Me alegra leer noticias sobre eventos presenciales y que sobre todo, aunque esto ya son pensamientos oldschool o de dinosaurio, de ver en la parrilla de salida y en el pódium, pilotos que llevan muchos años en las competiciones presenciales y en lo más alto (aunque la relación con alguno de ellos se ha deteriorado mucho). Este fin de semana hemos tenido algunos eventos, ya sean nacionales, “ se busca piloto Michelin” incluso pilotos españoles en eventos internacionales, donde la verdad es que no se ha dado tanto bombo, pero están ahí. Aquí es donde la verdad me da un rabia. No quiero utilizar la palabra comunidad porque la verdad es que aunque queramos esparcir el “buenismo” y dar la imagen de todo bien, todo correcto, no es así, aquí se despelleja a la vieja usanza. Sé que muchos que estáis leyendo esto no compartiréis este punto de vista, y quizás por eso la discrepancia extremista no ayuda, pero somos así. (Esto es un apunte que lo escribo mucho antes, ya que esta entrada la tenía escrita pero no la he publicado, y el comportamiento de alguna persona que aspira a ser "profesional" del motor... tira al traste lo que puede conseguir, y me refiero a conseguir algo serio. No solo unos guantes, unas pegatinas o vales descuento.
Esto no quiere decir que en otros países o “comunidades del simracing” no se quiten la piel unos a otros, sino que meramente a lo que es “deportivo” es a lo que se critica.
Desde mi punto de vista hay diferencia, y creo que en otros países por esa misma razón es con la que no se toman el tema de los e-sport dirigido al simracing, como una banda de amigos que pasan horas y horas delante de una pantalla o más creyendo que pilotan en carreras de coches.
Pero... lo que si es cierto que se puede llegar a conseguir oler a gasolina de la buena por caminos que no son tan oldschool de la simulación, y hay que saber convivir y hacer tripas corazón para meterse en esa senda. No es nada malo, si la dicha lo merece.
